Párate a pensar. Respira. Relájate Vuelves a tener esa estúpida sensación de que él es perfecto. Sí, él es
perfecto porque apenas lo conoces. Crees que es tan perfecto en tu cabeza que
aunque poco a poco vayas descubriendo cosas de él que no te gusten las vas a
eliminar, las ocultarás o las dejarás pasar.
Otra vez estas infinitas ganas de conocer a alguien cuando
no has hecho otra cosa que idolatrarlo. Respira tía, cálmate y disfruta del
momento...
Sí, él parece que quiere conocerte, hasta muestra interés en
ti y en tu día a día, pero no te emociones. Con esto del carnaval, ¿quién te
dice a ti que no va disfrazado de lobo bueno?
Respira. Piensa en ti. Sólo en ti. ¿Qué quieres? ¿Qué planes
tienes por ahora? ¿Estás dispuesta a asumir los riesgos que tiene conocer a una
persona más allá de lo que implica una amistad? ¿Conocerlo te va a beneficiar?
Porque te recuerdo que tu eres la persona más importante de tu propia vida...
Sí, ten claro que la mayoría de estos miedos no los tienes
por propia voluntad ni son innatos. Que no se te olvide que todos los tíos con
los que has estado te han dejado por otras, quizá más guapas o más delgadas que
tu, pero estoy segura que no porque fueran mejores personas. Pero acuérdate de
todo lo que te has querido todos estos momentos, de todo lo que has aprendido y
de lo fuerte que te han hecho…
Al fin y al cabo dicen que quien no arriesga no gana. Así
que, o ganas una pareja o ganas una nueva experiencia que contar.
Azul, como sus ojos.