18/6/14

Blanca

Un té, dos galletas y un documento en blanco.

Un té que te ayuda a despertar, a estar alerta y a dejar los sueños a un lado. Un té con sabor a que el día va a ir bien. Un té con optimismo y prisas. 

Dos galletas que te recuerdan la importancia de los pequeños placeres. Esos placeres que, con el estrés del día a día, no podemos olvidar. Porque nos alegran y motivan, porque saber lo que nos gusta es muy importante. 

Un documento en blanco sobre el que trabajar. Un documento en el que están puestas las miradas de muchas personas. En el que poner todo lo aprendido y todo lo que te gustaría trabajar. En documento donde expresar lo que para ti es una vida autónoma e independiente. 

Y mientras piensas como empezar a escribir el documento llega alguien y te dice "porque lo de este año..." y sigue dándote su opinión sobre como ha visto este curso en primero persona y reflejado en ti. Entonces piensas en tu vida. Y te acuerdas de la conversación que tuviste con una persona que hace un año que no veías, con la que quedaste por algo que quizá sea una casualidad, y piensas que vaya si te ha cambiado la vida desde la última vez... y la de tonterías que has hecho... y vaya si has disfrutado la vida dejándote llevar... 


La vida... la vida te cambia... pero, sobre todo, la vida te enseña, te ayuda a conocerte y te pone retos. La vida sigue con sus golpes, con sus realidades, con sus caprichos...


La vida puede ser de muchos colores, pero, si miro al futuro, hoy la veo blanca, como un documento que escribir, como una hoja en blanco que completar.   



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